domingo, 22 de enero de 2017

Restaurante La Barraquilla. Almería

En la playa de El Alquilán, muy cerca de Almería capital y a la espalda de su aeropuerto, se encuentra este modesto chiringuito de playa con un acceso dificultoso que lo hace más atractivo.
Pescados y mariscos muy frescos, con una excelente relación calidad-precio. Un restaurante sin pretensiones pero con un producto de primera calidad.

Al chiringuito La Barraquilla, que se encuentra en la misma playa, se puede llegar perfectamente en coche, aunque es necesaria cierta pericia para evitar los baches de la maltrecha carretera, a trozos poco más que un carril, de acceso. 
Tiene unas mesas pegadas a las ventanas que permiten unas excelentes vistas a la playa del Cabo de Gata. Estamos en Otoño, fuera de temporada.
En el interior cuenta también con un modesto y amplio comedor, con sillas de pino; un comedor típico de esos restaurantes que están centrados en el producto que venden,  en"el material" más que en su mobiliario. Un restaurante que se quiere ser juzgado por la calidad, frescura y relación calidad-precio de sus productos.
Para el veredicto del cliente dispone de una vitrina expositora con pescados y mariscos fresquísimos, todo puesto en sus recipientes al modo de los puestos en el mercado de abastos.
Una vitrina que requiere de un detenido análisis antes de decidir la comanda. Espléndidos los mariscos de la zona y los pescados para freír y para la plancha. Una gran variedad donde predomina, casi en exclusiva, los productos locales.
La sistemática de este restaurante es peculiar: tienen los precios en una pizarra y por kilos, eliges el pescado, te lo pesan y lo cocinan para servírtelo directamente en tu mesa. Pides al peso, pagas al peso.
Empezamos con un delicioso tomate de Almería, regado solo con un poco de aceite virgen extra también de Almería, y acompañados de unos berberechos con limón.
Unas excelentes gambas o gambones rojos a la plancha con el punto exacto, jugosas y cargadas de su peculiar sabor a mar Mediterráneo, al mar de Garrucha.
No nos pudimos resistir a unas cigalas de tronco abiertas y hechas a la plancha.
Unos loritos o galanes fritos, también llamados raors, muy apreciados en las Islas Baleares, pescados del Mediterráneo con su carne blanca y suave al paladar.
Una rodaja de mero hecha a la plancha, con su carne prieta y sabrosa, fue el plato más contundente.
Un hojaldre de nata bañado con chocolate que no le llegaba a la excepcionalidad del pescado.

Un chiringuito diferente que no es necesario esperar al verano para visitar. Mejor fuera de temporada.

RESTAURANTE LA BARRAQUILLA.
Playa de El Alquilán. Almería,
950-52.01.71










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