sábado, 28 de enero de 2017

Monasterio de Santa Florentina. Écija. Bizcochos Marroquíes.

En Écija, gracias a las monjas dominicas del Monasterio de Santa Florentina, aún se pueden encontrar los famosos y únicos Bizcochos Marroquíes que se hacían desde el siglo XVIII en el Convento de las Marroquíes.
Écija es una ciudad que bien merece una visita; probablemente el mejor motivo para visitarla sea comprar una cajita de 6 Bizcochos Marroquíes por 7€. Y mira que Écija tiene iglesias con campanarios, conventos con monjas y palacios con nobles; pues nada, lo mejor de Écija son estos bizcochos.
Los Bizcochos Marroquíes son unos bizcochos de espuma, una finísima masa con un ligerísima crema entremetida y sutilmente glaseados. Una perdición celestial.
El nombre a estos bizcochos les viene del convento donde se hacían desde 1.752: el Convento de las Marroquíes. El nombre del convento viene del apellido de sus fundadoras: las hermanas Luisa, Catalina y Francisca, sobrinas de Francisca Marroquí, que fueron autorizadas en 1.583, por el arzobispo de Sevilla Rodrigo de Castro, a fundar en Écija el convento.
Desde el año 2.014, en el que fue abandonado el Convento de las Marroquíes, los bizcochos marroquíes se hacen en el cercano Monasterio de Santa Florentina a cuyas monjas les fue cedida la receta original de la Marquesa de Valdetorres que data de 1.752.
La receta es secreta, solo se sabe que llevan huevos, azúcar, almidón de trigo.....y la Gracia de Dios.
Así pues, la primera misión es encontrar el monasterio en una estrecha calle en el centro de Écija: calle Zurcideras.
Tras llamar, una monja dominica te hace pasar a un pequeño despacho enrejado
La cajita de 6 unidades viene primorosamente presentada
Al abrirla aparecen los 6 bizcochos cuidadosamente envueltos y protegidos por un papel encerado
La textura y el sabor de cada uno de ellos es extraordinario.
Al poco tiempo de abrir la caja, te arrepientes de no haber comprado 2 cajas. 
Fijo que te arrepientes, pecador.

Si vais a comprar los bizcochos acercaros al Museo Municipal para ver una de las pocas copias romanas que existen de la Amazona Herida de la estatua griega de Policleto.















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