domingo, 18 de octubre de 2015

Suiza. Real Life IX. La vuelta.

De como ambos matrimonios gaditanos dan por concluida su estancia en Suiza y se encaminan a Cádiz.

Con la rutina de los horarios, ambos matrimonios de Cádiz, se han apresurado a hacer las maletas, recoger un poco la habitación (no vayan a decir que somos muy desordenados), bajar a desayunar, pasar por caja del hotel (recuentos mentales de los gastos generales del viaje); hoy no han ido a comprar pan ni han organizado ningún picnic, han cargado las maletas en el coche, puesta la dirección del aeropuerto en el navegador y, ya se encaminan prestos en el coche.
De combustible van más bien justitos, así que cargan el tanque; aquí en Suiza, para no ser menos, el diésel también está algo más caro que en España, a 1,53 francos suizos el litro (aprox 1,45 euros el litro).



En unas 2 horas recorren el trayecto desde Frutigen al Aeropuerto de Zurich (unos 180 kms).



Justo en el aeropuerto vuelven a repostar en la gasolinera, para dejar el tanque del coche de alquiler lleno y evitar el excesivo recargo por no dejar el combustible al máximo de capacidad del tanque.
 



Dejar el coche en el edificio del parking 3 es todo un ejercicio de malabarismo: lee las indicaciones que casi no existen, manten el ritmo del trafico para que no achuchen demasiado, no hagas ninguna maniobra brusca no vayas a terminar en el chapista. En fin, que dieron 2 vueltas para encontrar el escondido parking 3.

Allí dejas el coche y las llaves y te largas. O sea, que se fían de ti y tú te tienes que fiar de ellos. Hasta luego Lucasssssssss.

El aeropuerto de Zúrich es bastante grande y requiere de un poco de paciencia y seguir bastante bien las indicaciones para llegar a facturación, de allí pasar los controles y encontrar la puerta de embarque. Una vez hecho todo eso dos cometidos:

-Primero: tomar algo, es casi la 1 de la tarde y se echa de menos el picnic



Aquí en el aeropuerto seguimos con la misma inercia: una Coca-cola 5 francos suizos.

-Segundo: terminar con las pocas monedas suizas que les quedan comprando algo mas de chocolate Lindt

El vuelo es tranquilo y pasa rápido leyendo a duermevela.

Al llegar a Málaga, en el pasillo de salida hacia la recogida de equipajes, un miembro o miembra de “ambos matrimonios de Cádiz” alerta al resto: “oye que nos hemos venido y no le hemos comprado a los niños chocolate Toblerone y fijaros que aquí están más baratos que en Suiza; ¿por qué no se los compramos?


Sin comentarios



 

El temible aparcamiento del aeropuerto fue solventado con anterioridad con la oferta de Aena, con lo que la friolera de 142 euros por siete días de estancia la que pudieron dejar en 48 euros. Alucinante el efecto que tiene estar informado, pero cierto como el sol que te alumbra.


Para hacer mas llevadero los casi 250 kms de distancia a Cádiz, hicieron una alto en el Area de Servicio de La Palmosa, en Alcala de los Gazules, concretamente en el Restaurante Los Corzos. Allí volvieron a relajarse a la hora de pedir un café con leche, el precio iba a ser sensiblemente menor: 1,10 euros el café. ¡Viva España!

 





El viaje ha ido fenomenal; caro pero excepcional.  Naturaleza y paisajes merecedores de una visita. Quizás se requieran más días para dedicarlos a patear por los senderos, a disfrutar de atardeceres y vistas increíbles. Aire libre y paseos en unos marcos incomparables. Si se estudian bien las diferentes posibilidades se podrían evitar algunos tickets y gastos.


Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
"Al túmulo del Rey Felipe II en Sevilla".
Miguel de Cervantes Saavedra.
 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario