domingo, 20 de septiembre de 2015

Viaje a Suiza-Real Life VI. Jungfraujoch.

De como "ambos matrimonios de Cádiz" completan una de las joyas de su viaje, quedan muertos-mataos y terminan de cena en su hotel.



Ya llevan fuera de casa, de un lado para otro y sin un minuto de descanso, cinco días, y el cansancio comienza a hacer mella. Hoy se les han pegado las sabanas a uno de los “dos matrimonios de Cádiz”; esta noche se han unido todas las circunstancias: el cansancio, la almohada dura y el colchón extraño, el calor, el ruido de una verbena cercana para fastidiar  el descanso.  A pesar de ello, tras el desayuno y los preparativos culinarios del desayuno:  “bocadillo valenciano”:  atún en aceite de oliva con aceitunas fileteadas;  con prisas un poco antes de las 9 de la mañana ya están dirigiéndose en coche hasta INTERLAKEN.
Aunque el tren directo sale de la estación INTERLAKEN OST,  ellos han encontrado el camino directo a la estación INTERLAKEN WEST frente a unos grandes almacenes con parking subterráneo y un restaurante del propio supermercado MIGROS donde los platos tienen un precio dependiente del peso. 


Con prisas y corriendo por la carretera, por el parking, por la calle, por el andén han tomado el tren de las 09:23 que los deja en INTERLAKEN WEST donde hacen el primer trasbordo.  Pocos pasajeros y, causalmente, todos orientales.
El ticket lo compraron el día anterior, en Agosto es frecuente encontrarse el cartel de todo vendido para el mismo día. Usando el descuento (50%) que proporciona la Swiss Half Fare Card, les costó 105,2 francos suizos (unos 96 euros). Es para pensárselo.




Han elegido la opción del recorrido subiendo a través de GRINDELWALD.



Toda la subida es impresionante, como todos los paisajes de Suiza.  Paisajes alpinos en todo su esplendor, valles, montañas nevadas, casitas de campo y vacas pastando.


En KLEINE-SCHEIDEGG hacen un nuevo trasbordo que ya los llevará directo al destino final: JUNGFRAUJOCH a casi 3.500 metros de altitud.



El último tren va atestado, lleno de turistas de todas las nacionalidades, aunque predominan los orientales; hay turistas por todos lados, sobre todo asomando por las ventanas con sus cámaras fotográficas, a ver quién tiene el objetivo mas largo.
Los gaditanos no pierden puntada y lo que pasa dentro y fuera del vagón. Padres vigilantes de hijos saltarines y japonesas que miran más a la pantalla del móvil que a lo que pasa por las ventanas del vagón.
Las espectaculares vistas y la imposibilidad de salir del vagón hizo al marido mas wiki buscar entre sus historietas una sobre la que disertar en aquel momento. "Recordais que el Lunes os conté como Petrarca es considerado el primer hombre que subió a una montaña por el placer de contemplar estos paisajes, pues escuchar". Como nadie podia salir del vagón, no tuvieron más remedio que poner cara de curiosidad. El inclito comenzó: "Petrarca iba a todos lados con un ejemplar de "Confesiones" de San Agustin. Al llegar a la cima del Monte Ventoux y quedarse admirado de las vistas, se sentó y abrió su ejemplar para disfrutar de la lectura en aquellos parajes espectaculares. Cuenta Petrarca que abrió el libro de San Agustín y apareció un pasaje donde se describe que lo más admirable que puede ver un hombre está en su interior. Petrarca pensó que de alguna forma esotérica San Agustín habia escrito aquel pasaje dirigiendose a él." Eah¡¡ que os parece?.


Como dijo el ubriqueño universal: “en dos palabras IM PRESIONANTE”.


Llega un momento que el tren se adentra en la montaña, todo es oscuridad fuera del vagón, y dentro el tiempo se dedica a observar a los demás turistas y, a mirar a los monitores donde se relata la historia de la construcción de los túneles. El recorrido tiene 2 paradas de 5 minutos cada una, con la particularidad que el tren solo hace las paradas en su camino hacia arriba y no lo hace en el trayecto de vuelta. La primera parada es en Eigerwand Viewpoint, a unos 2.865 metros de altitud, donde a través de una ventana panorámica se puede apreciar todo el valle.
  

Ambos “matrimonios de Cádiz” saltaron del vagón con agilidad y rapidez para llegar a los ventanales con el suficiente tiempo para no ser arrastrado por los orientales impetuosos, miraron y fotografiaron para prestos volver al tren antes de su partida con la desagradable sorpresa de que les habían ocupados sus asientos. Y no es por nada: una familia francesa. Solución de emergencia: ocupan otros asientos. Y bingo: otra familia francesa. Conclusión: discuten en ellas y los gaditanos no se bajan en la siguiente parada que se llama Eismer Viewpoint situada a unos 3.158 metros donde las vistas alcanzan un excepcional glaciar alpino.
Una vez en JUNGFRAUJOCH se encuentran con todo un conjunto de pasillos y largas galerías que bajo tierra te llevan desde un lado a otro de todo el complejo.



Primero se dirigieron al mirador de SPHINX (3.551 mts), donde al llegar, se nota la altitud: la presión parcial de oxigeno disminuye con lo que el nivel de saturación de la oxihemoglobina comienza a disminuir, se trasporta menos oxígeno en los eritrocitos y las neuronas comienzan a protestar. Todo es tan rápido que no da lugar a la adaptación. Un gaditano no anda muy bien saturación de oxihemoglobina y dice marearse.  A sentarse a esperar el infarto que no llega.

Desde el mirador se tienen unas espectaculares vistas, entre ellas al GLACIAR ALETSCH, que con sus 23 kilómetros de longitud y 900 metros de profundidad es el más grande de Europa, aunque ha perdido una tercera parte de su superficie y la mitad de su masa en los últimos años; y lo que es peor, la perdida se ha agravado en los últimos años. El cambio climático es muy evidente en los Alpes, y sobre todo en sus glaciares.




Las montañas Mönch y Eiger desde el mirador, que por cierto, estaba atestado de turistas cámaras en ristre haciendo fotos a diestro y siniestro, dan da impresión de cercania y mensadumbre en un dia soleado y caluroso de Agosto; algo que tiene que ser muy , muy diferente en un dia tormentoso de Noviembre.




En nuestra etapa a Grindelwald comentamos la gran presencia de turistas japoneses en Suiza y lo relacionamos, entre otras cosas, con la producción japonesa de los dibujos animados de Heidi.  Aquí en Jungfrau observamos, igualmente la gran presencia de asiáticos, concretamente orientales: chinos/japoneses. Hay momentos, en algunos espacios, como puede ser en este mirador SPHINX, que la proporción frente a occidentales puede ser de 4 o 5 asiáticos frente a 1 o 2 europeos/americanos.

Una de las razones se encuentra en las estrategias de marketing de los fabricantes suizos de relojes de lujo. Según la Federación de la Industria Relojera Suiza (FHS) en 2.015, hasta Julio, exportaron unos 1.740 millones de euros. Más de la mitad de las exportaciones de relojes suizos van a los países asiáticos, y su primer comprador mundial es Hong Kong, seguido en tercer lugar por China.  Desde hace años sus campañas de publicidad y sus mensajes estratégicos se han dirigido a estos clientes




Muchas campañas de publicidad y dirigida a los sectores más pudientes de estas sociedades orientales; con lo que Suiza se ha asociado, a través de su producto estrella, al lujo y la exclusividad. Para los chinos visitar Suiza es un turismo de alto standing: luego llegan aquí y pagan lo que pagan por una cerveza y lo verán hasta normal. Un peluco y una cerveza Cardinal Special: lo más de lo más para los chinos con pasta. Los pudientes chinos, que al parecer, han aflorado con la política económica de pseudoliberacion viajan en tropel a la meca del lujo.
Veremos lo que pasa en los próximos años, la aparición de los smartwatch, con el modelo de Apple a la cabeza, está afectando a los relojes suizos, aunque ya se sabe que se están moviendo: en pocos meses la marca suiza  Tag Heuer lanzará el Carrera Wearable. ¿Seguirá enganchando a los chinos como objeto de lujo y de deseo?.

De vuelta abajo, pasan por una chocolatería de Lindt a modo de exposición y sala de demostración engancha turistas-con-dinero-en –el-bolsillo y deseos-incorregibles-de-gastarlos.  Ambos “matrimonios de Cádiz” se detuvieron frente a una maquina que fabricaba, con sus mecanismos a la vista del paseante, bolas de chocolate negro para posteriormente envolverlas y, teóricamente enviarlas, a través de un pequeño tobogán, a un cesta a modo de obsequio para el visitante.  Aquello estaba trucado: ni chocolates ni leches. Señuelo.
La montaña está horadada de pasillos que los llevan, a través de paredes de hielo, a un llamado Palacio de Cristal, y continua a una salida al exterior, a la falda de la montaña, con un mirador llamado PLATEAU, desde el cual si vienes preparado y el tiempo acompaña, se puede hacer una excursión por la nieve hasta un pico cercano.



La visita es única, y bien vale el precio suizo al que la cobran. Dan un par de vueltas más, unas fotos acreditativas y, tras consultar el horario de vuelta toman el tren de las 13:30.
La bajada es otro espectáculo, más sosegado tras la visita al Top of Europe, cansados y con menos pasajeros en el vagón,  se deleitan con las vistas inigualables.       




Tras un leve parlamento en el tren deciden bajarse en el pueblo de WENGEN: situado a 1.274 mts de altitud, con algo más de dos mil habitantes, no está conectado a la red de carreteras, solo accesible a través del tren cremallera. Un pueblo aclamado por su belleza en alguna que otra lista de Tops de "pueblos más bonitos del mundo". No sé yo, no sé yo......
En Wegen, a pocos metros de la estación, en los bancos de un parque se toman su bien ganado picnic. En un pequeño supermercado de la plaza, donde compraron unas bebidas frías para el almuerzo, se dan el capricho del día en forma de bombón helado, exactamente Magnum de Frigo, al módico precio de 5 francos suizos el palote.
Dándole lengüetazos al bombón helado y con un sol de justicia, propio del Sur de España y no de estas tierras centroeuropeas, cogen el camino descendente hasta LAUTERBRUNNEN.  Es un agradable paseo, todo cuesta abajo, quizás un poco exigente para las rodillas, rodeado de grandes árboles, de tal forma, que en poco más de media hora les lleva a la estación de LAUTERBRUNNEN donde toman el tren para INTERLAKEN OST.  Allí hacen un último trasbordo hasta INTERLAKEN WEST, en este trayecto las bisagras de los cuellos hacen su función y alguna que otra boca muestra los premolares y los molares.  Están cansados.

El día ha sido largo, la noche poco reparadora, con lo cual deciden tomarse la tarde libre y descansar en el hotel.  A cambio alargan la noche, con una cena y sobremesa rememoradora de los trayectos acometidos hasta entonces, en el propio restaurante del hotel National Frutigen famoso por su chef.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario