domingo, 13 de septiembre de 2015

Viaje a Suiza-Real Life V. Cascadas de Reichenball, Garganta rio Aare, Ruta de los 3 puertos, Glaciar del Ródano. Meiringen.

De como "ambos matrimonios de Cádiz" suben y bajan por carreteras de vertigo y entran en un glaciar, frio, frio.

Aquí en Suiza, los despertadores suenan puntuales y pronto, demasiado pronto, demasiado temprano para estar de vacaciones, son las 06:30 horas, y ha amanecido.  Ya se sabe el lío del meridiano y de los husos horarios; que si en España estamos en la hora de Berlín cuando deberíamos estar en la hora de Greenwich,  que si el meridiano que debería predominar es el de San Fernando y no el de Greenwich, que si las sumas y restas de horas  primaverales y otoñales, sea como sea, aquí en Frutigen el Sol se cuela por las cortinas de la ventana antes que en Cádiz. Y eso jode.

Tras los aseos y demás preparativos, ambos “matrimonios de Cádiz” se encuentran sobre las 07:30 horas en el salón para el desayuno.  Anoche hubo truenos y relámpagos,  desde la pequeña terraza de las habitaciones se habían sobrecogido con los estruendos contenidos por las montañas y los resplandores que iluminaban la noche. Mucho ruido y pocas nueces: llovió poco.

Hoy se enfrentan a un largo recorrido en coche, desde Frutigen buscando el valle de Halistal hasta Meirigen y luego hacia la ruta de los tres puertos (Grimselpass, 2.165 mts, Furkapass, 2.453 mts y Sustenpass, 2.264 mts) aunque solo recorrerían los dos primeros.
Tras volver a comprar el pan, la barra de pan blanco a 3 francos suizos, y componer las mochilas con los bocadillos, las barritas de cereales con fruta y las botellitas de agua. Hoy ha tocado el bocadillo español por antonomasia: jamón ibérico pata negra de la Sierra de Aracena, concretamente del pueblo de Jabugo;  y de regalo otro bocadillo de queso manchego semicurado en pan untado con foie.
Poco antes de las 9 de la mañana ya están circulando con el comedidas carreteras suizas.
La primera parada es las CASCADAS DE REICHENBALL, famosas por su mención en el relato corto “La solución final”, donde el escritor Arthur Conan Doyle da por desaparecido/muerto al sin par detective Sherlock Holmes.

El Lunes 4 de Mayo de 1.891, Sherlock Holmes, a la edad de 37 años, desaparece en las cataratas de Reichenbach. El Dr. Watson informa al mundo, gracias a una nota dejada por su amigo, que ha tenido un fatal encuentro con el famoso criminal Prof. James Moriarty, y que probablemente haya muerto tras la escritura de esta nota. Watson supone que ambos contrincantes, en la lucha que a buen seguro sobrevino, cayeron por la escalofriante cascada. 


Durante casi 3 años no se supo qué pasó exactamente en aquel paraje, y es el 5 de Abril de 1.894 cuando Sherlock Holmes  reaparece y aclara que sobrevivió al duelo con Moriarty.
En otras palabras: Conan Doyle estaba hasta el gorro del personaje  pero las presiones de los lectores y la necesidad de volver a hacer caja le obligaron a reaparecer/resucitar al personaje y sus aventuras deductivas.

Con estos comentarios en el coche, ambos “matrimonios de Cádiz” han pasado, sin parar, por el pueblo de MEIRINGEN, dejando para el final del día la visita al museo de Sherlock Holmes.  Al poco han encontrado el cartel que indica la dirección de la derecha, con el nombre de las cataratas; con un poco de dudas, pero teniendo como referencia un pequeño hospital  colindante con el punto de salida a las cataratas, han aparcado el coche en el parking al aire libre junto al hospital. Es gratis.

Al llegar, en la misma caseta del funicular, un simpático empleado multiuso (vendedor de tickets y conductor del funicular) les ha vendido la entrada conjunta a las cataratas y a la garganta del rio Aare por 17 francos suizos: no ha lugar a ningún descuento con ningún tipo de tarjeta.
El funicular que parece un trenecito de feria y los sube a las cataratas por una vía muy empinada, atravesando el bosque que cubre la ladera de la montaña, es en si mismo una atracción. El recorrido es impresionante tanto por el artificio que logra vencer la pendiente tan pronunciada como por las vistas de los parajes, tanto de la montaña como del valle que van dejando atrás.


Donde les deja el funicular comienza el recorrido, a partir de un mirador desde donde se aprecia la gran cascada protagonista de la caída de Sherlock Holmes. Desde aquí se ve la estrella blanca que marca el lugar exacto de la pelea y posterior caída al precipicio, han construido un pequeño saliente con una barandilla para poderse asomar al vacío.
A partir del mirador hay que ir subiendo, a veces por un camino lleno de escalones, y otras por senderos rodeados de vegetación, con sucesivas paradas para observar las diferentes cascadas.



Hay varios miradores y lugares de descanso, pues la pendiente es pronunciada por momentos, y se agradece un asiento para recuperar el resuello.  El recorrido es muy frondoso, con sombras refrescantes en un día caluroso, hay mucha agua por todos lados, cascadas y pequeños estanques.

Finalmente ambos “matrimonios de Cádiz”  llegan a un punto donde se acaba el sendero y aparece una carretera. Tras buscar alguna indicación que no encuentran, y el consecuente parlamento entre los dos esposos venidos a exploradores geolocalizados, deciden, sin cruzar la carretera, bajar por el sendero de la izquierda según se sube.
Aunque es cuesta abajo, todo el trayecto puede llevar en torno a la media hora, por un piso un tanto pedregoso y resbaladizo que obliga a andar con cuidado.  Es el momento de prestar el brazo fornido y el sutil apoyo;  casi no hay nadie, y la concentración de los cuatro hace que estén un buen rato en silencio disfrutando de la bajada.
Hay que descender por el bosque hasta otra bifurcación con carteles en alemán, algo muy aleccionador para quien no sabe alemán, y volver a tomar el sendero de la izquierda, según se baja, para llegar al punto exacto donde Holmes y Moriarty se precipitaron al vacío, punto marcado con una estrella en la pared de la roca, y con una placa conmemorativa de la London Society of Sherlock Holmes en el pequeño mirador al precipicio.

Llegados a este punto hay que decidir continuar bajando o subir la cuesta que han dejado atrás. El funicular los ha dejado en la BERGSTATION y desde aquí han subido hasta el cruce de la carretera , señalado con la letra F en el mapa, (ZWIRGI), desde aquí han bajado hasta el ABSTURZSTELLE SHERLOCK HOLMES lugar de la caída, señalado con la letra B. Se puede continuar bajando de nuevo al parking dando un pequeño rodeo (entre 1:30 a 2 horas) o volver a subir y coger de nuevo el funicular de vuelta.
 



Conclusión del parlamento mantenido por los senderistas de pacotilla: Vale que nos hemos comprado, cada uno, unas zapatillas de trekking, muy monas, en Decathlon por 12 €; vale que cada uno está estrenado una mochilita, muy apañada y aparente, y que llevamos agua, bocadillos y hasta barritas energéticas; vale que es temprano y nos sentimos capaces de subir el Everest; pero no me cuentes milongas que la cuesta más pronunciada que nosotros hemos subido en nuestras vidas  es la Cuesta de las Calesas. Tira pa´ arriba que nos volvemos en el funicular. Deja esto de tanta cuesta para las cabras, que por cierto, no hemos visto ninguna.


Una vez recogido el coche del parking del hospital salen hacia la derecha en dirección a INNERTKIRCHEN, para al poco, llegar a  AARESCHLUCHT (Garganta del rio Aar). Parking gratuito. Horario 09:00-17:00 horas. Miércoles y Viernes tienen iluminación artificial, con lo cual cierran a las 23:00 horas.
Cruzan la carretera y entran en un camino de tierra, paralelo al rio, que los dirige al pequeño complejo con restaurante, tiendas y área de juegos al aire libre,  de entrada al recorrido. En la ventanilla de la entrada han canjeado el ticket conjunto con la catarata de Reichenbach por la entrada a la Garganta del Aare.


Por el camino han visto un par familias de judíos ultraortodoxos, ayer en el Matterhorn también vieron una excursion de jovenes judios ultraordooxos. Se les notaba que eran dos familias judias ultraordoxas completas; bueno podríamos llamarlas ultrafamilias: congéneres y niños que cubren una amplia escala reproductiva. Pensando en 9 meses de embarazo, casi dos de cuarentena y otro par de ellos para el acierto-error, estos procreadores no han descansado. Los hasidicos se toman muy en serio eso de “crecer y multiplicaros”, nada más que hay que verlos reunidos en familia. Ellos llevan pantalones y levitas negras y camisas blancas mientras que ellas llevan faldas largas con colores pocos llamativos. El padre lleva en la cabeza el sombrero negro  de ala ancha y un par de hijos adolescentes llevan la Kippah negra (es como el solideo que llevan los cardenales pero negro).  Uno de los gaditanos, más dado a retener ese tipo de información que sirve para poca cosa, les comenta al resto: sabéis que esos sombreros están hechos con fieltro natural y pelo de conejo, y que las Industrias Sombreras Españolas S.A.  (ISESA) de Salteras, en la provincia de Sevilla, cada año exportan más de 12.000 de estos sombreros para judíos ultraortodoxos y rabinos. Pues ya lo sabéis. Los varones judíos ortodoxos llaman la atención por lo feos que son y por llevar la cabeza casi rapada a excepción los famosos tirabuzones o peots que les cuelgan delante de las orejas. Una monería de hombres.
Es curioso, la de razas y culturas distintas que se ven en Suiza. No sé qué tendrá esta tierra para atraer a tanto musulmán y tanto judío integrista con sus ropas negras que los tapan y afean, tanto a ellas como a ellos. Ya lo dijo el torero: Hay gente pa´ tó.
En fin, con estas disquisiciones llegan a la entrada de la Garganta del rio Aare. El recorrido tiene una duración aproximada de 1´30 hora.


Es impresionante en toda su extensión, a veces vas por pequeños túneles horadados en la pared de la montaña



y, otras veces,  vas sobre un camino hecho de maderas adosado al precipicio.


Se avanza vadeando el rio y junto a la pared de la montaña con lo que puede hacer frio y humedad.

Al terminar el recorrido, (aprox. 1,5-2 km) lo más oportuno, es dar la vuelta y volver en sentido contrario disfrutando de la perspectiva contrario;  sin embargo existe un autobús gratis cuya parada se encuentra en la salida que te puede llevar al parking del inicio.

Ambos “matrimonios de Cádiz” han dado la vuelta y recorren el sendero a paso más ligero, pues el hambre aprieta y los pensamientos se dirigen a las viandas que portan en las mochilas. A la entrada al recinto de la garganta han visto que el rio tiene una bonita ribera muy apta para hacer el picnic reconfortante en el que tanto piensan a estas horas.


Una vez han dado cuenta del condumio se ponen en camino,  hacia el FUNICULAR GELMERBAHN. De vuelta en la carretera, desde Meiringen en dirección a GUTTANEN hacia GRIMSELPASS se llega a HANDEGG, a unos 20 kms.  Justo antes de llegar se encuentra la parada del funicular de GELMER que sube al lago de susodicho nombre: Gelmersee a 1.850 mts.  Lo particular de este funicular abierto es su inclinación, con 106% de inclinación de máximo. Horario de 09:00-17:00 horas, aunque se venden todas las entradas para el día muy rápidamente. ida/vuelta 32 CHF. En todos comentarios se lee que los tickets, a pesar de su precio, se venden rápidamente, de estas que cuando llegaron solo les vendían tickets para la subida teniendo que hacer la bajada a pie. Y la idea no les entusiasmo nada en absoluto, tan poco, que allí se quedó el funicular y la pendiente de subida.
Al lado del funicular hay un puente colgante por si los que aún les queda ganas de vértigo.


Así pues, de vuelta a la carretara, en camino hacia el GLACIAR DEL RÓDANO, para ello continuaron hacia GRIMSELPASS el primer puerto de los tres que conforman la RUTA DE LOS TRES PUERTOS (Grimselpass, 2.165 mts, Furkapass, 2.453 mts y Sustenpass, 2.264 mts).
El recorrido es el paraíso de los moteros, como podríamos decir, es como la ruta de los pueblos blancos de la Sierra de Cádiz pero a lo bestia. En Cádiz se sube el puerto del Boyar de 1.100 mts y aquí, estos brutos, suben puertos del doble de altitud y al doble de velocidad.  Se van cruzando con muchas motos y coches conducidos por inconscientes que desprecian las curvas cerradas con pendientes y sus vidas y las de los que vamos acongojados en cochecitos de pequeña cilindrada. Vamos una diversión pa´matarse.

Como todo, en esta parte de Suiza, las vistas son impresionantes, se pasa junto al rio Aare, el lago artificial y el lago natural con toda la diversidad de azules. Hay muchos miradores donde apreciar los paisajes de valles y montañas.



Una vez pasado GRIMSELPASS bajan  por una carretera que continúa plagada de curvas y de velocistas en dirección a FURKAPASS. De vez en cuando, también se ven esforzados ciclistas con un ojo en la rueda delantera de su bicicleta y el otro en el lado contrario de la carretera.

Justo antes de llegar al puerto se encuentran con un gran complejo, en el que está el Hotel Belvedere y justo enfrente un parking y una tienda de souvenirs. La tienda es la entrada al GLACIAR DEL RÓDANO, como lo oyes;  entre ellos el comentario: qué fue antes la entrada al glaciar o la tienda que contiene la entrada, con seguridad lo primero fue el glaciar. Algún suizo pensó en cobrar y puso el torno de entrada o puso la tienda y luego abrió una entrada al glaciar y puso el torno. El caso es que atravesaron una tienda de souvenirs de lo más cañí, estilo película de Alfredo Landa ambienta en el Benidorm turístico de los 60, y tuvieron que aflojar  7 francos suizos por menda. Horario 09:00h-18.00h.

Cruzaron el torno para bajar por un camino, un poco escarpado, por el que llegaron a un mirador desde donde contemplaron el glaciar y, un poco más abajo, el lago que iba formándose por el deshielo, ante la lengua de hielo del glaciar. Fue el momento, en el que la convivencia de una pareja, hizo decir a la esposa mirando a su marido: No quiero saber nada del movimiento de los glaciares ni de las morrenas ni de todas esas chorradas que estudiamos en la EGB y que sé que aún te acuerdas. Anda baja y déjame que me agarre no me vaya a resbalar.




Siguiendo el camino bajaron hasta la entrada a una gruta excavada en el hielo del glaciar.

                                        



La temperatura puede llegar a ser muy baja, normalmente por debajo de los 0ºC, y en algunos sitios gotea desde el techo hilos de agua producto de la descongelación del glaciar. Ellos, precavidos de natural que son, portaban unos anoraks, que fueron la envidia de aquellos que los vieron y, que les permitió permanecer el tiempo que consideraron oportuno, para las fotos acreditativas, dentro del camino que surcaba el trozo de glaciar.
Fue una simpática experiencia, entre singular y arriesgada, pues mientras deambulaban en el interior de glaciar, rodeados de una luz blanca-azulada, especulaban con la caída del hielo sobre sus cabezas o con el deslizamiento brusco de toda la masa de hielo. Nada de eso ocurrió.
 

Os voy a ahorrar todo lo transcurrido en el camino de vuelta hasta llegar a MEIRINGEN de nuevo. Esto lo hago para evitaros lecturas poco aportadoras a la logística del viaje y, para mi descanso, pues voy a merendar. Ahora vuelvo.

Como iba diciendo, llegaron a MEIRINGEN con estas que estaban de fiesta, de verbena. Posteriormente averiguarían que tenían verbena en la calle principal, todos los Miércoles del verano. Una auténtica fiesta popular alpina, con sus mesas de madera con bancos corridos donde tomar cerveza del país con una bratwurst blanca o roja bañada en mostaza y patatas fritas. En la calle principal las asociaciones culturales del pueblo, entre ellas, el equipo de futbol, del mismo “color amarillo maldito para los artistas”, habían montado barras portátiles.




Una verbena con su coro de señoras recien salidas del club de costura y su trio de trompas alpinas. La trompa de los Alpes o alphorn o alpenhorn.  


Todo muy popular, muy rústico, pero a lo suizo, o sea, a 5 francos suizos la cerveza y otros 5 por la salchicha con patatas fritas. Aquí en Cádiz, sería como una verbena popular pero en Vistahermosa.
 




Aquí rodeados de felices suizos dándoles a la cerveza mientras suena estas músicas tan suaves, como sin querer molestar, se les vino la noche. Momento en el que pensaron batirse en gloriosa retírada, cantando bajito. 

El conductor, dirigiéndose al otro miembro masculino del grupo le espetó: “picha, ¿tú crees que aquí harán controles de alcoholemia la Guardia Montada Suiza del Canadá?”. La esposa, rápida y audaz, le soltó “Oye, tu no estarás mal para conducir, no?.  ¿Tú cuantas cervezas te has tomado?”. Y sin esperar respuesta: “ Nada, nada, a dar un paseo.  Fíjate que de este pueblo, de Meiringen, son originarios los pasteles que tanto te gustan, los merengues, aquí los creó un pastelero italiano con claras de huevo y azúcar. Ahí estoy viendo una pastelería abierta y nos vamos a tomar un cafetito con unos merengues. Verás cómo conduces mejor.”










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario