sábado, 6 de junio de 2015

Natillas de huevo


¿A quien no le gusta una buena natilla casera?; está bien, también hay gente que no le gustan las gambas blancas ni el jamón serrano; peores defectos se padecen.
Una buena natilla de huevo siempre te devuelve a la niñez, a los fogones de la abuela, al olor a galleta y a canela, al calor del hogar y la protección familiar.
La natilla casera es el mejor ejemplo de un tiempo empleado en la cocina para el bien de los niños. Las natillas industriales o seudocaseras estan bien conseguidas, con algunas de ellas nos dan el pego en algún que otro restaurante de pin y pon. Pero no hay nada como coger leche entera fresca del dia y unos huevos blancos de corral, de campero y darles vueltas al fuego templado para hacer unas caseras natillas para la niña.
Ingredientes:
2 litros de leche entera
1 pizca de sal
1 rama de vainilla
1 palo de canela
10 cucharadas soperas (cs) de azúcar
2 trozos de cascara de limón.
6 yemas de huevo
2 huevos enteros
7 cs fecula de maiz

Para decorar: galletas Maria, canela molida, trocitos de fruta.


Hervir la leche con un poco de sal, un o dos trozos cascara de limón (procurando que tengo la menor cantidad posible de material blanco)

una vaina de vainilla sin los granos (para ello abrimos la vaina en longitudinal y con la punta del cuchillo le quitamos los granitos que guardaremos para hacer la crema),

un palo de canela partido en trozos y 6 cs de azúcar. Se lleva la leche casi a ebullición.

Dejar infusionar tapando el recipiente con un papel film transparente. Cuanto mas tiempo esté infusionando mejor. Al menos, se debe dejar que la leche infusionada enfrie, lo ideal se dejarla la noche anterior.

En una olla ponemos las 6 yemas de huevo con los 2 huevos enteros; se el añade 4 cs de azúcar, los granos de la vaina de vainilla que usamos para la infusión, y las 7 cs de fécula de maiz.

Con una varilla lo mezclamos bien todo. Añadimos un poco de la leche infusionada y fria colandola, lo suficiente para que se vaya mezclando todo muy bien. Se le añade poco a poco, cuando ya esté casi disuelto se le añade el resto de la leche, siempre colandola.

Se pone a fuego suave sin dejar de mover con una cuchara de madera. Se tiene al fuego sin que llegue a hervir pero que espese. Siempre a fuego lento y removiendo con la cuchara de madera.

Cuando desaparece la espuma de arriba y va espesando, en unos 8-9 minutos, se puede hacer la prueba de la cuchara de madera. Se pasa el dedo y vemos como se mantiene la linea hecha con el dedo.

Se sirve en vasitos pequeños, se espera a que esten frias y se decora la gusto de cada uno. Con galletas y canela molida o con frutas cortadas y menta.

Si colocamos la galleta cuando la natilla esté caliente, la galleta se pondrá blandita, mientras que si la colocamos cuando la natilla esté completamente fria, la galleta se mantendrá crujiente.
Modo tradicional con la natilla caliente:

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