sábado, 29 de abril de 2017

Pastelería Demel. Viena. Tarta Sacher.

Viena sin la tarta Sacher no es Viena. La tarta Sacher es para Viena como Mozart para Salzburgo, y ambos son omnipresentes. 
Pero cuídate de las imitaciones: busca la original, la autentica: la Sachertorte de la Pastelería Demel.

La Pastelería DEMEL fue fundada en 1.786, y desde sus inicios gozó de gran éxito y predicamento entre los más golosos y adinerados vieneses.
Se encuentra en pleno centro de la ciudad, en la calle Kolhmarkt,  en el número14, muy cerca del palacio Hofburg, el palacio imperial de los Habsburgo. 
Su situación es perfecta para hacer un alto en el camino entre la catedral, el palacio Hofburg y el  museo Albertina. En fin, te coge bien desde cualquier sitio.
Es una pastelería-cafetería (solo atendida por mujeres) centroeuropea muy clásica, un tanto recargada, rimbombante y barroca, pero con un excelente expositor: chocolates, merengues, natas, bizcochos avainillados, hojaldres de milhojas rellenos de crema pastelera, bombones y trufas, pasteles de frambuesas, bastoncitos de moka y caramelo, lenguas de gato,......, y mil otros golosos placeres más.
También son famosas las violetas azucaradas, el dulce favorito de la Emperatriz Sissi, pétalos de lilas abrillantados en azúcar que venden en bonitas cajitas con lazo violeta.
Pero aquí, se viene a por la autentica Sachertorte, la Tarta Sacher ampliamente imitada por todo el mundo. Aquí guardan celosamente la receta secreta de algo más que un bizcocho de chocolate bañado en chocolate.
La tienen también de pequeño tamaño, como pastelitos de porción, especie de mini "pret-a-porter" o mini "take and go" pastelero, listo para deglutir por el turista acelerado.
La Tarta Sacher tiene su pequeña historia: no es original de la Pastelería Demel sino de su competidora pastelería del Hotel Sacher donde se hacia originariamente con la receta de Franz Sacher. El problema vino cuando su hija Anna Sacher dejó, en 1.934, como herencia el hotel cargado de deudas. El nieto del creador, Eduard Sacher, tras vender el hotel, fue contratado por la Pastelería Demel, donde amparándose en que la receta era familiar, comenzó a elaborar la Sachertorte.
Tras varias juicios, el Hotel Sacher y la Pastelería Demel llegaron a un acuerdo en 1.963, por el que el Hotel Sacher tiene los derechos del nombre "Original Sacher Torte" y la Pastelería Demel coloca un triángulo de chocolate con el texto "Eduard-Sacher-Torte".
Siempre se considera a esta última, como la original, la que recoge la esencia familiar de la receta.
Te la puedes tomar en la planta baja o en el piso superior de la cafetería; eso si, pagas más por el megacafé con leche tricolor que por la porción de tarta Sacher.
Si no has tenido suficiente con un trozo, te venden la tarta completa en diferentes tamaños.
En la bolsita rosa, ella que no se pudo resistir, va una camino de casa.
Pero no hay nada como tomártela allí mismo, con un café reconstituyente y sentado mientras descansan los pies maltrechos de tanto paseo.
Esta tarta Sacher bien merece la visita a Viena; por cierto, el 5 de Diciembre es el Día Nacional del Sachertorte.





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