domingo, 13 de diciembre de 2015

Paseando con Beatriz. Paseo Uno.

Esta mañana ha llovido un poco, despues de varios meses sin llover, hace frio y un ligero viento que molesta el paseo. Hablé contigo antes de bajar a la playa, y ando preocupado con tu amigdalitis y tu conjuntivitis que espero no te entorpezcan mucho el estudio para los dos proximos examenes de esta semana. Ya está cerca la Navidad.

He recordado el primer consejo que te dejé escrito y mientras paseo con Pandora imagino que charlo contigo en torno a este pensamiento.
1.-Memento Mori. Nuestro tiempo es finito. Todo es temporal, nada es eterno. No te vas a llevar nada; así pues, procura dejar las cosas algo mejor de cómo te las encontraste y procura hacer feliz a la gente que quieres. Sé positiva y ten buen humor.
"Memento mori" es una expresión latina, que más o menos, se traduce como "recuerda tu mortalidad" o "recuerda que eres mortal". En la antiguedad griega y romana era un ejercicio espiritual o meditación sobre la muerte, con el objeto de conseguir un cambio en el modo de ver y valorar el mundo liberando al practicante de las pasiones e induciendolo a llevar una vida conforme a la razón.




¿Recuerdas cuando visitamos la capilla del Hospital de La Caridad en Sevilla?. Vimos dos cuadros de Juan Valdes Leal, pintor barroco sevillano: uno, es este FINIS GLORIAE MUNDI (Fin de la Gloria del Mundo)






y el otro, es este IN ICTU OCULI (En un abrir y cerrar de ojos)

Ambos tratan la muerte como parte de una la vida insignificante: el nombre, las posesiones, la gloria,la fama, todo efímero, todo reducido a polvo y eco. Todo en la vida es fugaz y perecedero.



Recuerdas las Coplas por la muerte de su padre de Jorgen Manrique (1.440-1.479), veamos al menos, los primeros versos en castellano medieval:

                                    
                                     Recuerde el alma dormida,
                                     avive el seso e despierte
                                     contemplando
                                     cómo se passa la vida,
                                     cómo se viene la muerte
                                     tan callando;
                                    cuán presto se va el plazer,
                                    cómo, después de acordado,
                                    da dolor;
                                    cómo, a nuestro parescer,
                                    cualquiere tiempo passado
                                    fue mejor.






Aqui la tienes cantada por Paco Ibañez.

                         


El mundo engañoso y sus halagos: todo es finito, nada es permanente ni estable. Y perseguimos cosas que creemos de valor en la convicción de que seran eternas. Ilusos.



Muchos han tratado sobre la necesidad de tener conciencia de nuestra condición temporal como ayuda para centrarnos en transformar nuestro modo de la valorar nuestra vida.



¿Recuerdas en Roma, la estatua del emperador Marco Aurelio en la plaza junto al Museo Capitolino?




En los ultimos años de su vida escribió las Meditaciones donde trató en profundidad este asunto. Para Marco Aurelio como la vida está circunscrita a un periodo de tiempo limitado se necesita buscar algo a lo que podamos agarrarnos, algo no caduco , algo que deje huella eterna y que valga para todos y para todos los lugares: "aquel pensamiento que, lleno de grandeza, alcanza la contemplación de todo tiempo y de toda esencia".
Para Marco Aurelio debemos conducirnos hacia una vida virtuosa, orientando las acciones conforme a la racionalidad, instalarnos en el dominio de la razón, viviendo una vida de acuerdo con la naturaleza; una vida que se rija por "un pensamiento justo y una acción que persigue el bien común"


Marco Aurelio, en sus Meditaciones dejó escrito: "Breve es la vida, el único fruto de la vida terrena es una piadosa disposición y actos útiles a la comunidad". "Lo que no beneficia al enjambre tampoco beneficia a la abeja" (Tienes el libro en casa.)


Asi pues, en este paseo lluvioso de hoy, vemos como la muerte segura nos obliga a apreciar la vida y a actuar según nuestra naturaleza racional. Solo tendria valor una vida que parta de "un pensamiento justo y una acción que persigue el bien común".

Procura hacer el bien, dejar tras tu paso las cosas un poco mejor de como te las encontraste y procura hacer feliz a la gente que quieres.


Piensa en esto.
Un beso hija.











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