Una buena opción en Moscú, tanto para desayuno como para almuerzo, si vas a visitar la Catedral de Cristo Salvador o el Museo Pushkin.
El Restaurante Voronej o Voronezh se encuentra frente a la Catedral de Cristo Salvador y en la esquina frente al Museo Puskin.
Tiene guardarropa y excelentes vistas en el comedor de arriba.
Un salón que mezcla lo clásico con decoración industrial, tipo loft, principalmente en techos y paredes.
El comedor tiene mesas pequeñas, algunas dispuestas en las ventanas para disfrutar de unas magnificas vistas a la catedral.
Comedor muy tranquilo, atendido por varias camareras muy solicitas.
Muesli con frutas del bosque y yorghut natural. Excelente calidad del muesli y la fruta muy fresca (moras, arándanos, ciruelas pasas, fresas y naranjas).
Crepes rellenos de setas con crema de queso casera.
Huevos benedictinos con salmón ahumado sobre pan tostado. Al huevo le dieron un golpe de calor, probablemente con un soplete de cocina.
En la planta baja tiene un bistro enfocado a carnes a la plancha y hamburguesas de calidad, también a precios equilibrados.
Tomamos los 4 platos, 6 café y botella grande de agua por 2.850 rublos, unos 39 euros.
Tras el desayuno, correspondía visitar la Catedral de Cristo Salvador. Sede del Patriarca Ortodoxo de Rusia. Arquitectura bizantina y en el llamado estilo neorruso. Construida entre 1.839 y 1.883 en honor a los que lucharon y murieron en la lucha contra las tropas napoleónicas en 1.812. Stalin la dinamitó en 1.931 para construir lo que seria el Palacio de los Soviets, obra que nunca se finalizó. En 1.958 se hizo en el mismo lugar, la piscina al aire libre más grande del mundo que estuvo funcionando hasta 1.994. Se reconstruyó, tal como se visita hoy, entre 1.995 y 2.000 entre grandes polémicas por su elevado presupuesto, por encima de los 200 millones de dólares.
En su interior se veneran los retos de San Nicolas de Bari, patrón de Rusia.
Tuvimos suerte de coincidir con un acto litúrgico de la iglesia cristiana ortodoxa.
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