martes, 1 de diciembre de 2020

Bogavante con huevos y patatas fritas

 Adaptación de un plato que se hace famoso poco a poco. Hemos cambiado Langosta por Bogavante, más recio, de sabor más intenso y, por qué no tenerlo en cuenta, más barato. El resultado es digno de un homenaje culinario para sibaritas y glotones.

Parece ser que esta receta, originariamente con langosta, tiene su origen en la isla de Formentera, en el ambiente marinero, y que ahora se está extendiendo en los restaurantes turísticos a un cierto precio. Un homenaje en vacaciones.  Nosotros lo hemos hecho en Cádiz, con bogavante y en Noviembre, mes más propio para este animalito.

Obviamente necesitamos la estrella del plato: el bogavante


Este, mejor dicho, esta, era una señora bogavante, de aproximadamente  1,5 kg que compramos en la Cetarea del Sur Aqui su cuenta en Facebook . Obviamente, se puede hacer con otro tipo de bogavante, de estos de supermercado y, también congelados; pero ¡hombre de Dios¡ ¡dónde va a parar¡ ¡no es lo mismo¡ Ir, vamos, pero ir para nada, es tontería.

La recogimos en perfecto estado, vivita y coleando


Ingredientes para 4-6 personas: 1 bogavante (aprox. 1,5 kg), 2 hojas de laurel, 1 cabeza de ajos, 2 pimientos verdes italianos, 4-6 patatas , 4-6 huevos, 200 ml vino fino Jerez, 200 ml brandy de Jerez, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.

Ponemos a fuego medio bastante aceite donde freímos suavemente la cabeza de ajos, sin pelar los dientes y las 2 hojas de laurel. Queremos aromatizar el aceite y poner tiernos y dulces los ajos.

Retiramos y reservamos, a ser posible en un sitio que no pierda mucho calor, los dientes de ajos y las hojas de laurel.

En el mismo aceite añadimos, también a fuego medio, los 2 pimientos cortados en trozos de un cierto tamaño. Los queremos tiernos, sin que lleguen a freírse totalmente.

Retiramos los pimientos fritos, y reservamos, a ser posible en un sitio donde guarden el calor.

En el mismo aceite, a fuego medio, añadimos las patatas cortadas en bastones de un cierto tamaño. 

Haremos la doble fritura, la primera muy suave, que el aceite haga chup chup, mas o menos a unos 100 grados.


Cuando hayan enternecido las patatas, subimos el fuego a alto, y comenzaran a tostar un poco el exterior. Queremos las patatas muy tiernas por dentro y duritas por fuera.

Es el momento, del bogavante. Necesitamos cortarlo, para ello primero le introducimos un buen cuchillo en la cabeza en dirección longitudinal con lo que pasará a mejor vida. Luego lo cortamos siguiendo las anillas y la cabeza a lo largo. Golpeamos las pinzas para agrietarlas, lo que luego facilitará su cocción.

En un recipiente lo suficientemente grande añadimos un fondo generoso del aceite que hemos utilizado para las frituras anteriores. Sobre este aceite añadimos todo el bogavante troceado.

Echamos todo el bogavante troceado y los jugos que haya podido soltar. Cuidado con no dejar fuera ni una sola porción de las huevas, que tendrán color negro que irá cambiando a coral.

Al cabo de un par de minutos le damos la vuelta a las piezas, veremos como van cambiando de color. Añadimos el vino fino y el brandy. Con cuidado le aplicamos fuego para que prenda.


Dejamos que se apague el fuego del flambeado, y damos vuelta a los trozos según se vaya completado su cocción. Mientras tanto, preparamos una fuente, a ser posible que esté caliente,  y ponemos en capas: los ajos fritos con las hojas de laurel, los pimientos fritos y las patatas doraditas y tiernas.

Sobre esta excelente cama vamos dejando descansar los trozos de bogavante, a medida que estén perfectos. Obviamente primero los trozos más pequeños hasta las medias cabezas. Las pinzas las dejamos que se hagan un poco más.

En el mismo recipiente, en el mismo aceite, añadimos los huevos para freír.


Una vez tengamos los huevos fritos los colocamos los colocamos estratégicamente en la bandeja, y posteriormente añadimos las dos pinzas. Regamos el resultado con el poco aceite que quede en el recipiente.  Por lo espectacular del plato, merece la pena llevarlo a la mesa en la bandeja.

Necesitamos un buen vino y un buen pan. Y hambre, mucha hambre.....


De pan y moja.

Mira que platos más bonitos me trajo Teodoro de Portugal para servir este bogavante con huevos fritos.








1 comentario:

Gracias por tu comentario